Con la llegada del invierno más duro, disponer de una caldera de agua y calefacción es un gran placer. Una ducha de agua caliente o el suelo radiante pueden ayudarte a sobrepasar las semanas más frías. Para conseguirlo de manera eficiente, debemos comprobar que la caldera funciona correctamente. Te explicamos las averías más comunes de este electrodoméstico y que tener en cuenta en la reparación de calderas.
Las averías más comunes
La reparación de electrodomésticos debe estar en manos profesionales; sin embargo, ciertas averías puedes resolverlas por ti mismo:
Pantalla con error
Si la caldera no enciende y aparece el símbolo de error en la pantalla, puede que la salida de humos esté bloqueada. Apaga completamente la caldera si esta es accesible y comprueba que nada impida la evacuación de humo. Si no ves nada raro, llama al servicio técnico: la avería puede ser grave.
No calienta el agua sanitaria
Si el agua sale fría pero la calefacción funciona, es posible que esté entrando poca agua al aparato. Abre al máximo las llaves de paso que lleguen a la caldera; si sigue sin funcionar, tendrás que llamar a una empresa de reparación de electrodomésticos.
Baja presión
Una de las averías más comunes que provoca que la caldera no caliente lo suficiente. Revisa el manual del fabricante para regular la presión del manómetro, que suele estar en la parte inferior, junto a la entrada de agua. Nunca debe bajar de 1 bar.
La caldera gotea
Si sale agua por la parte inferior de la caldera, es probable que la presión esté muy alta. Comprueba que no supera los 3 bares y consulta en el manual cómo utilizar el purgador para bajar la presión de la caldera.
Hay chispa pero no enciende la caldera
¿Has comprobado si hay gas? Más que una avería, hablamos de un despiste de fácil solución. Si el problema persiste, puede deberse a un fallo electrónico que debe reparar alguien con conocimientos técnicos.
Lo más importante en una caldera de gas es realizar el mantenimiento anual, revisando y sustituyendo las piezas que vayan desgastándose. Ya hemos visto cómo uno mismo puede solucionar pequeñas averías; para problemas mayores, es mejor confiar en especialistas.
Y tú, ¿tienes siempre a punto la caldera?